sábado, 1 de junio de 2013

Arquitectura, El Arte De Construir

Arquitectura, El Arte De Construir

La construcción es una actividad básica fundamental de toda sociedad. La construcción es la actividad necesaria para llevar la arquitectura a obras realizadas. Permite desarrollar la expresión material de una idea, mediante la creación de espacios habitables producto de la arquitectura como ciencia.



Me es inevitable iniciar con este articulo sin antes dejar la reflexión del por qué la arquitectura como profesión, hoy en día es tan menospreciada por la sociedad…?

Del porque la gran mayoría de los arquitectos elogian sus obras como si estas fueran realmente buenas. Pues no es así, me atrevería a decir que más del 80% de la arquitectura que se está haciendo hoy en día en el mundo no dialoga con la sociedad, a tal punto que esta busca disfrazarla y maquillarla con estereotipos vulgares para no llamar su atención.

La sociedad será la culpable de la mala arquitectura, será que no valoran nuestro trabajo, o será que los arquitectos nos descarrilamos en algún punto y no estamos cumpliendo con las verdaderas necesidades de la misma…?

Ante tan gran interrogante, tengo mi propia hipótesis. Los arquitectos de hoy en día nos estamos convertido en unos simples artistas o diseñadores de espacios. La arquitectura va más allá, nos hemos olvidado de la técnica constructiva y la historia en general.

Parecería paradójico, sino fuera porque en su origen así fue. La Construcción siempre se ha considerado una técnica y ésta una habilidad según la cual se hace algo, se transforma una realidad siguiendo ciertas reglas. Muchos aceptan que cuando la técnica no es muy desarrollada se confunde con el arte.

El hombre nuevo, creativo, que avizoraron las vanguardias de principios del siglo xx, tendría según ellas, mucho de constructor y de ingeniero, algo de lo cual nos hemos olvidado por completo.

La construcción como arte, no es más ni menos que un proceso de formalización o configuración que se inicia partiendo con claridad  de la finalidad de la obra, de los materiales bien empleados, con lo esencial de la obra según la época y lugar.

Para seguir con mi explicación, seleccioné al detallista, minimalista y padre de la arquitectura conceptual, Mies van de Rohe. El uso que este arquitecto le dio a los materiales como  el cristal y a la estructura metálica permitió liberar los edificios de todo ornamento y generar a su vez un nuevo canon de belleza. De allí la frase “menos es más”. El cuidadoso trato con los materiales se percibe en los detalles constructivos, realizados de las formas más precisas, gracias al conocimiento de la capacidad del material y de sus posibilidades plásticas. Un ejemplo de esto es la casa Farnsworth.

De planta libre y rectangular, esta caja de cristal inserta el paisaje en la vivienda, como si se habitará el exterior desde el interior. Imagínese viviendo en una casa que se transforma a medida que cambian las estaciones; ver cómo el blanco de la nieve en el invierno se transforma lentamente en agua hasta que habite una especie de barca y como ésta en unos días es una pradera verde y extensa con árboles frondosos y luego cambia, y es una imagen otoñal de colores rojizos y naranjas hasta que nuevamente caiga la nieve para cubrirlo todo de blanco. No podría imaginar cómo esta vivienda lograra el efecto mágico si no fuera construida de esa manera.

Sería posible pensar que Rogelio Salmona utilizaría otro material que no fuera el ladrillo. Sus obras, delicadamente construidas con este material tan resistente y tan propio de nuestro hábitat, lograron que el arquitecto construyera su estilo. Las costuras de un muro y otro con ladrillos de medio bocel, los vuelos de ventanas rematados con ladrillos verticales con bordes redondos a manera de pasamanos, los planos de ladrillo que permiten ver y no ser visto, la forma en la que logra crear círculos completos y precisos a partir de un material recto y rígido y las figuras que se dibujan en los pisos con ladrillos de diferente color, son algunos de los usos característicos que el arquitecto le ha dado a su obra. Cuentan que era tan cuidadoso, que pasaba tardes enteras en las ladrilleras conociendo el material, modulando, retándolo para poder lograr de él una nueva forma de percibirlo, una nueva estética de lo local. Gracias a su uso del ladrillo, ahora reconocemos que es verdaderamente hermoso y además podríamos deducir del uso del mismo si corresponde a una obra del arquitecto. 

Puedo deducir entonces que la técnica constructiva utilizada, el material y su uso son sellos indiscutibles de las obras arquitectónicas de todo arquitecto, en este caso Mies Van der Rohe, el cristal y el metal; para Rogelio Salmona, el ladrillo.

Estas metodologías que sin dudas eran artísticas, seguían los principios constructivos. En la mayoría de las llamadas vanguardias la construcción era obviamente incorporada a la estética y se daba como origen de toda tarea arquitectónica. Se trataba de arquitecturas que poseían la belleza integral de la construcción y de los materiales.






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